Técnica de Evaluación de datos y fuentes de inteligencia

Resumen

El objetivo de este estudio es presentar a los internos de Inteligencia el juicio de la fuente (según la Técnica de Evaluación de Datos, TAD, en portugués), las dificultades para establecer este juicio y las posibles formas de minimizarlas. Se sabe que el conocimiento producido por la Actividad de Inteligencia se utiliza para reducir las incertidumbres de los usuarios, y que debe ser elaborado a partir de la metodología. Uno de los pasos es la verificación de la fuente y los datos producidos por ella, lo que ayuda a calificar el conocimiento de la Inteligencia y atestiguar su veracidad. Los datos de Inteligencia provienen de fuentes abiertas, medios tecnológicos y fuentes humanas. La idoneidad de estas fuentes se juzga desde tres aspectos: autenticidad, fiabilidad y competencia. La credibilidad del contenido se examina a través de la coherencia, compatibilidad y similitud de los datos. Pueden perjudicar el análisis cuestiones como diferencias taxonómicas entre órganos; diversas interpretaciones de los datos obtenidos por medios técnicos u organismos asociados; existencia de rumores; interferencia de sesgos cognitivos en la percepción de la fuente; la necesidad de adaptar la TAD a las fuentes humanas y tecnológicas; la necesidad de verificar imágenes, grabaciones de voz, video y otros para detectar inconsistencias temporales, geográficas o de metadatos. Esta es un área clave para la Inteligencia, que requiere que el analista piense críticamente y trabaje en equipos horizontales, con revisión por pares; y requiere que la institución ofrezca medios tecnológicos para mejorar el análisis, así como mejorar el sistema de almacenamiento y recuperación de datos, a fin de permitir la reevaluación de estos con cierta imparcialidad histórica.